“En una reunión llevada a cabo en Avellaneda en la Casa de la Unidad de la
Izquierda, el domingo 8 de
enero, a la que asistieron
militantes comunistas, organizaciones sociales,
políticas, culturales y estudiantiles de Capital Federal
y del conurbano bonaerense, se decidió conformar la Mesa
Constitutiva del Partido Comunista de los Trabajadores.
Tras varias horas de fraterno debate se llegó a tomar la decisión
anunciada; los matices y la lógica y legítima defensa de
posiciones subjetivas no fueron motivo de enconada
disputa, al contrario; enriquecieron la asamblea y
fortalecieron las coincidencias: necesidad de la
herramienta-partido, convencimiento de que ese partido
debe dejar atrás los viejos vicios sectarios, divisionistas y burocráticos de la
izquierda, reivindicación de la ideología
marxista-leninista…” (Avellaneda, 8 de Enero de 2006
– Conformación de la Mesa Constitutiva del Partido
Comunista de los Trabajadores)
Hace siete años, el 8 de enero de 2006, se constituía el
PARTIDO COMUNISTA DE LOS TRABAJADORES. Pero no todo, para
nuestro querido Partido comenzó ese día. Habría, pues, que
remitirse a lo sucedido unos meses antes. Tras el evidente
giro a la derecha de la burocracia del PCA (o como lo
solemos llamar nosotros: “PCredicoop”), hoy plasmado en la
vergonzante alianza con el kirchnerismo, un grupo de
militantes comunistas daban a conocer lo que dieron a
llamar la “Carta Abierta a los Comunistas” en noviembre de
2005. Reza, certeramente, la carta: “No se es comunista
por decirlo, por llevar el nombre y la bandera, ni
siquiera por tener el carnet; se es comunista por las
ideas y una práctica consecuente, y una actitud de vida
coherente con las mismas. Estos principios para nosotros
son irrenunciables.”
Y sí. Si hay algo en lo que un comunista no
piensa jamás es renunciar a sus ideas y a la lucha por
ellas. Motivos para seguir, sobran. Sobraban en aquel
momento: Por un lado, la defensa del marxismo-leninismo,
el irrenunciable sueño de una sociedad sin explotadores ni
explotados, la anhelada liberación de nuestro pueblo. Por
el otro – y antagónico al anterior, por cierto – la falta
de coherencia y ética revolucionaria, el ocultamiento, la mentira y la
descalificación, aprietes y sanciones de las dirigencias
burocráticas y traidoras ante quienes expresasen lo que
pensaban. Todos estos motivos fueron suficientes para que,
el 8 de enero de 2006, reunidos en asamblea, un importante
grupo de compañeros – en su gran mayoría, ex militantes de
años del PCA y firmantes de la Carta Abierta – decidieran
formar el PARTIDO COMUNISTA DE LOS TRABAJADORES. Bien
continuaba la carta: “convocamos a la militancia a
oponerse a esta traición a la clase y a la ideología, a
refundar el Partido. Para construir la verdadera
herramienta que liberará a nuestro pueblo de toda
explotación.”
El desafío no fue, pues, formar un nuevo
partido en medio de tanto divisionismo – “no queremos
una nueva división en la izquierda, pero no podemos
compartir el mismo espacio con quienes han cometido
semejantes atropellos a la ética y el democratismo revolucionarios, es
decir, con los burócratas, a los que sería un
imperdonable error considerarlos como parte de la
izquierda” – sino construir juntos el verdadero
Partido Comunista de los trabajadores, bajo el ideario
marxista- leninista, que bregara por la lucha por el
Socialismo, lejos de los viejos vicios de la vieja
izquierda. Un Partido que se jactara de ser anti
dogmático, anti burocrático, que se opusiera a la
autoproclamación, al sectarismo y al pensamiento único.
Que no cometiera los mismos errores del pasado. Un espacio
donde el centralismo democrático, el pensamiento
dialéctico y la integración con los movimientos de masa
fuesen una realidad.
Y sobre estas bases, hace 7 años, se formó
nuestro querido PCT.
“De dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo: De la derecha cuando es diestra, de la izquierda cuando es siniestra.” (Mario Benedetti)
Los 7 años del PCT transcurrieron
bajo el poder de el pseudo progresismo K, que – por más
lavadas de cara que intenten hacer – continúa gobernando
para las empresas multinacionales, celebrando el pago de
una deuda comprobadamente ilegal, ilegítima y fraudulenta.
Siete años de un minucioso cuidado del capitalismo
“serio”, generador de desigualdades. Siete años en los que
los bancos y financieras ganaron como nunca lo hicieron en
la historia de este país. En los que la judicialización de
la protesta social se profundizó con la Ley
Antiterrorista, intentado justificar la persecución, el
procesamiento y encarcelamiento de compañeros del campo
popular. Años de gobiernos kirchneristas donde la
dependencia a las inversiones y financiamientos
extranjeros siguen en pie. En los que profundizar el
“modelo nacional y popular” significó – y significa – la
continuidad de las privatizaciones menemistas de los
servicios públicos (que no sólo perpetuaron, sino
subsidiaron durante 8 años), de la entrega de nuestros
recursos naturales a manos de transnacionales, del trabajo
en negro “promocionado” desde el mismo Estado, del
agregado de IVA en alimentos y medicamentos. Un modelo
populista que defiende celosamente los intereses de la
burguesía y las corporaciones… y apoyado por lo más
siniestro de la supuesta “izquierda revolucionaria”, de
quienes se dicen, sin ruborizarse por la vergüenza, ser
marxistas.
Pensamos como COMUNISTAS y actuamos como COMUNISTAS
No creemos que la legitimación ante las
masas populares se exprese en la complicidad ante el
saqueo, la represión y el engaño a nuestro pueblo. Y que
muy lejos está de la liberación.
Con aciertos y errores, intentamos ser consecuentes con lo que decimos ser. Nos reivindicamos marxistas-leninistas, alzando la figura de nuestro querido Che.
Con aciertos y errores, intentamos ser consecuentes con lo que decimos ser. Nos reivindicamos marxistas-leninistas, alzando la figura de nuestro querido Che.
No hemos sido nunca, y no seremos jamás,
furgón de cola de la burguesía ni lacayos de sus
intermediarios políticos.
No hemos abandonado ni traicionado JAMAS
nuestras ideas.
Desde el PCT siempre hemos apostado, lejano
a cualquier tipo de alianza con la derecha, por la Unidad
de la Izquierda Revolucionaria. Hace 7 años expresábamos:
“es evidente que la dispersión es funcional al interés
y al poder de los explotadores; es decir, al sistema
capitalista.
La unidad, entonces, no es una condición suficiente, pero sí absolutamente necesaria. Por eso creemos fundamental comenzar urgentemente a transitar un camino de convergencia, un espacio de verdadera unidad, donde se debata firme pero fraternalmente y donde, como premisa, se levante la bandera de la no división, sin vanguardismos autoproclamados, ni iluminados dueños de la verdad (y ojo, que esto nos cabe a todos, desde las prácticas sectarias hasta los amplísimos posibilismos). Una especie de Congreso de la Izquierda.
La unidad, entonces, no es una condición suficiente, pero sí absolutamente necesaria. Por eso creemos fundamental comenzar urgentemente a transitar un camino de convergencia, un espacio de verdadera unidad, donde se debata firme pero fraternalmente y donde, como premisa, se levante la bandera de la no división, sin vanguardismos autoproclamados, ni iluminados dueños de la verdad (y ojo, que esto nos cabe a todos, desde las prácticas sectarias hasta los amplísimos posibilismos). Una especie de Congreso de la Izquierda.
Lo que está bien en claro es la
incapacidad que todos hemos tenido hasta ahora para
conformarnos en alternativa para la clase trabajadora y
el pueblo. Debemos encarar el futuro, sobre todo, con
humildad, porque debemos construir sobre tierra
arrasada…”.
Hoy reafirmamos cada una de aquellas palabras.
Hoy reafirmamos cada una de aquellas palabras.
Ponemos el corazón en cada lucha, en nuestra
militancia y, por supuesto, en nuestro Partido; un partido
joven, en construcción. Del grupo inicial de 29 compañeros
entre Avellaneda, Malvinas y Lanús, ahora contamos con
células en varias provincias de nuestro país. Cada
compañero, cada compañera, milita en algún gremio (de los
que muchos somos delegados) o espacios de masas. Contamos
con nuestra página oficial en la web, además de otras
sociales en las que difundimos nuestras ideas, posiciones
y damos lugar al debate fraterno.
Por poco que a veces nos pueda parecer, sé
que se ha hecho mucho. Y todo, basado en el esfuerzo de
los compañeros. Sin ir más lejos, los recursos económicos
son escasos pero provenientes de cada uno de los
integrantes de nuestro Partido.
¡Y qué decir de Perspectiva de Clase! nuestro órgano de prensa. Un orgullo distribuir
nuestro periódico por todo el país…
Intentamos ser consecuentes en cada paso que
damos, diciendo lo que pensamos y haciendo lo que decimos.
Apostamos a la Unidad en serio. Creo que en estos años, lo
hemos demostrado: participamos en cuanta lucha se
desarrolla en nuestro país, impulsamos cuanto espacio de
coordinación sea posible, conformamos y participamos en
aquellos que en algún momento pudieron concretarse.
Infinidad de actividades conjuntas con organizaciones
hermanas, como charlas, debates, actos en distintos puntos
del país. Nos une un lazo ideológico, fraterno y de gran
amistad con los compañeros de diversas organizaciones con
los que compartimos talleres, actividades y luchas.
Sabemos que la única forma de lograr una
sociedad justa, libre e igualitaria, sin la opresión de
unos pocos sobre las mayorías, necesitará de una fuerte
herramienta política revolucionaria, con una sólida
inserción en las masas y de la construcción de poder
obrero y popular que pueda desterrar al poder burgués.
Imposible será sin una verdadera Unidad de
la Izquierda.
Seguiremos reafirmando nuestros principios y
nuestro intento en la
reconstrucción del verdadero PARTIDO COMUNISTA DE LOS
TRABAJADORES.
"Si no se alcanza el poder, todas las demás conquistas son inestables, insuficientes,
incapaces de las soluciones que se necesitan, por más avanzadas que puedan parecer". (Ernesto Che Guevara)
¡¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE LOS TRABAJADORES!!
Podemos decir, orgullosamente, que nuestro Partido es un espacio donde realmente se respeta el centralismo democrático, donde cada compañero es escuchado y valorado. Donde no se juzga ni sanciona a nadie por opinar distinto. Coherente en la teoría y en la práctica. El PCT - siendo un partido joven - ha logrado referenciarse dentro de la Izquierda Revolucionaria en nuestro país y ello es el resultado del compromiso en la militancia de cada compañero. Las pérdidas físicas de dos de ellos, Laura Canosa y Jorge Fernández, miembros de la Dirección Nacional y fundadores del Partido, han sido golpes muy duros de los cuales nos ha costado levantarnos. Los dolores pesan y eso, al fin y al cabo, demuestra la calidad humana de este grupo de militantes. Los camaradas Laura y Jorge, han dejado una huella imborrable en el PCT. Los recordamos, como merecen, levantando las banderas de la lucha a la que han dedicado sus vidas: un mundo digno de ser vivido, sin explotadores ni explotados. ¡Hoy como siempre, presentes en cada lucha!